Quiero que sepas que el tiempo no vuelve hacia atrás, que no importa dónde has llegado sino el camino que has recorrido, quién te ha acompañado y hacia donde te diriges y, por si acaso no te lo he dicho, que cualquier lugar sirve si estoy a tu lado.
Quiero que aprendas la diferencia entre un beso y un abrazo, que el amor no es un contrato, ni los regalos, ni las promesas, que la compañía no siempre significa seguridad, que aprendas a aceptar las derrotas con la cabeza erguida y mirando al frente, que se necesitan años para crear confianza y tan solo unos segundos para destruirla, que tienes derecho a equivocarte, que puedes quemarte si te expones al sol demasiado, quiero que aprendas a decorar tu hogar sin esperar que nadie te traiga flores, que entiendas que ser flexible no significa ser débil y que los héroes sólo son aquellos que hacen lo que es necesario, que las personas que te quieren también pueden herirte y necesitarás perdonarlas, que quizás aquella de la que esperas que te patee cuando caes, sea la única que ofrezca su mano para levantarte, que hablar puede aliviar el dolor del alma, que eres fuerte y que podrás ir más lejos de lo que imaginas porque tienes valor para enfrentar la vida.
Quiero que sepas que podemos disfrutar durante horas sin hacer o decir nada sólo por el placer de nuestra compañía, que, a veces, a las personas que más nos importan no les decimos que los amamos. Por eso hoy quiero que sepas, por si acaso no te lo he dicho, que te amo.
Pedro Moreno Linares
7 de febrero de 2011
www.morenolinares.over-blog.es
basado en textos de William Shakespeare